Campo de voluntariado en Ceuta y Algeciras "Frontera Sur"

Este verano, un grupo de jóvenes de 2º de Bachiller de los colegios Corazonistas de Zaragoza- La Mina, San Sebastián y Vitoria hemos pasado 15 días conociendo un poco más a fondo la situación de nuestros vecinos del Sur. Primero fuimos a la ciudad autónoma de Ceuta y, durante nuestra estancia allí, descubrimos de cerca las enormes dificultades que tienen los inmigrantes que deciden llegar a España saltando la valla. Pudimos ver personas con nombre y apellidos, con rostro, con historias personales que impresionan mucho, y así pasar de las frías estadísticas o imágenes de los informativos, a comprender lo que hay detrás de cada historia. También tuvimos la oportunidad de ayudar a los ancianos y discapacitados que viven en una de las residencias de la Fundación Cruz Blanca en esta ciudad. Por último, compartimos actividades de tiempo libre con un grupo de unos treinta niños de la barriada del Príncipe, y así conocimos y nos empapamos de sus historias y disfrutamos con ellos; como os sonará, este es un barrio con mucha marginación, y estigmatizado por la famosa serie de televisión. A los siete días de estar allí en Ceuta, cogimos un ferry que en algo menos de una hora nos dejó en Algeciras. Durante ese cómodo trayecto, nuestros monitores nos hicieron reflexionar sobre los miles de personas que dan la vida por hacer ese mismo viaje, el cual nosotros podíamos hacer simplemente enseñando nuestro DNI. Una vez instalados en Algeciras y a las pocas horas de estar allí, conocimos a tres jóvenes que sin duda nos dejaron huella a todos. Ellos acababan de pasar el Estrecho escondidos en el motor de un ferry, y planeaban pasar la noche en ese mismo parque, a fin de coger un bus con destino a Barcelona al día siguiente. A lo largo de los siguientes días, vivimos junto a los trabajadores de la Fundación Cruz Blanca las situaciones que se dan a diario en Algeciras: ayuda a víctimas de trata (prostitución), pisos de acogida de mujeres con niños a su cargo, orientación laboral en un ambiente de muy pocas oportunidades… Sin duda alguna, estos quince días han sido una experiencia muy enriquecedora para todos nosotros, que no hubiera sido igual sin el apoyo de nuestros cuatro monitores: Asier López de Arkaute, Carlos Almaraz, Félix Latre y José Luis Aranburu.

Camino Santiago 2019: 20 años caminando

Este año era especial, porque se cumplen veinte años desde que nos lanzamos por primera vez en Coras a hacer esta experiencia con alumnos de 1º de Bachiller. Muchos cientos de personas hemos ido pasando por esta experiencia que cada año nos hace disfrutar, sudar, sufrir un poco, conocer tantos lugares y personas, nos cambia un trozo importante del corazón… 11 etapas, 270km andando, pasando por los montes de León y de entrada a Galicia, hasta la tumba del apóstol en la capital gallega, este era el reto: han respondido alumnos de Vitoria, Zaragoza La Mina, San Sebastián y Barcelona, hasta formar una expedición de 54 corazonistas dispuestos a afrontar este precioso desafío. Es difícil explicar lo que se vive en diez líneas, pero en las cartas de evaluación todos afirman que es algo único, original, diferente, que es una experiencia inolvidable, en la que aprendes muchas cosas sobre ti mismo, sobre la vida, sobre cómo afrontar algunas dificultades y superarte ante los retos, y además se pasa fenomenal. Para expresarlo en verso, os lo dejamos, versión Pablo Gutiérrez: ¿Hacer solo 100km del camino? ¿Pararte en los bares para descansar y tomar vino? ¿Hacer etapas sin mochila y con un traje fino? No seas turista y sé un peregrino. A veces es más duro de lo que parece, entiendo, pero conoces gente excelente y te vas comprendiendo, no es únicamente lo que tus ojos están viendo, pasa de hacerse largo a quedarse corto de tiempo. Cuando empieza la etapa tienes muchas opciones: hacer gestos con el brazo pa' que piten los camiones, motivarte con colegas y cantar la de los Jones... pasarlo bien depende del esfuerzo que le pones. El tema religioso tampoco tomarlo a chiste interiorizar cosas que tú en el pasado hiciste darle vueltas al coco incluso hasta ponerte triste seguir con la duda de si el gran Papito (Dios) existe. La siguiente es la última, entiéndela y razona, los monitores muy majos pero Pipita acojona, y ahora hablando en serio y dejándome de bromas, toda esta experiencia te cambia como persona. Si mi sangre fuera tinta, y mi corazón tintero, sé que tiene buena pinta, en Santiago yo te espero. https://photos.google.com/share/AF1QipPxe5Sc0y2A6tnaNdIFjmmjOWKonEs-h2rNMubEJtA_IIlxmKLYxd7AlKwmQazUaQ?key=SHdrSGdOUWhmMl9jNlZoMzZjTFZjMVZydGtxcU5B